Cómo curar el ombligo de un bebé recién nacido

Cómo curar el ombligo de un recién nacido

El cordón umbilical es el canal por el cual el bebé recibe oxígeno y nutrientes directamente de su madre. A los pocos minutos de nacer, la matrona o el ginecólogo cortan y pinzan el cordón umbilical, ya que, a partir de ese momento, el recién nacido ya está preparado para respirar y alimentarse por sí mismo.

Una vez cortado, el trozo de cordón restante se va secando hasta desprenderse por completo, generalmente en los primeros 10-15 días de vida del bebé. Tras la caída del cordón, en el abdomen del pequeño queda una pequeña herida que tardará unos 3 o 5 días más en cicatrizar por completo. Es lo que conocemos como ombligo.

En ese periodo de tiempo, lo más aconsejable es mantener la zona del cordón lo más seca posible para conseguir una rápida cicatrización. Así pues, tras cada baño del bebé habrá que secar bien el ombligo y dejar la zona al aire lo máximo posible.

También es aconsejable vestir al bebé con prendas de algodón o tejidos transpirables. Además, hay que tener cuidado en los cambios de pañal y procurar que el cordón quede siempre por fuera. Los pañales de recién nacido que se comercializan hoy en día tienen ya una forma específica para tal fin.

Productos adecuados para una correcta limpieza del ombligo de un bebé

Qué productos utilizar para curar el ombligo del bebé

Los productos que se recomiendan para la limpieza y cuidado del ombligo del recién nacido son baratos y muy fáciles de encontrar. Incluso es probable que ya los tengas en tu botiquín o en algún armario de casa. 

Para curar el ombligo del bebé necesitarás básicamente dos productos:

  • Gasas estériles
  • Un antiséptico, como clorhexidina tópica. 

El uso de povidona yodada u otros productos a base de yodo está totalmente desaconsejado por el riesgo que supone para bebés, embarazadas y madres lactantes.

Tampoco se recomienda usar mercurocromo o mercurobromo, ya que pueden provocar eccemas. 

Pasos para una correcta limpieza del ombligo de un recién nacido

Pasos para la limpieza del ombligo en recién nacidos

Antes de proceder a la cura del ombligo, lo primero que debes hacer es lavarte muy bien las manos con agua y jabón.

En el caso de que el cordón tenga la base un poco enrojecida, es recomendable humedecer una gasa estéril en clorhexidina y limpiar con suaves toques la piel del ombligo y la zona de alrededor.

Tira con cuidado de la pinza para limpiar la base del cordón. No te preocupes, al bebé no le hace daño, ya que es tejido muerto.

Seca muy bien la zona con otra gasa estéril. Recuerda que la humedad puede causar infecciones o retrasar la cicatrización de la herida.

Deja que el ombligo se airee. Para ello, la pinza debe quedar siempre por fuera del pañal.

Repite el proceso unas 3-4 veces al día. Puedes aprovechar los cambios de pañal.

Ya no se aconseja tapar el ombligo con una gasa como se hacía antes. Lo mejor es dejarlo al aire sin gasa para que se seque y cicatrice antes. Si el ombligo supura, está enrojecido o presenta un mal aspecto, lo mejor es consultar con el pediatra, quien podrá prescribir una pomada antibiótica y cubrirlo con una gasa.

Infección en ombligo de bebé

Infección de ombligo, qué hacer

Aunque no es lo habitual, en ocasiones la cicatrización de la herida del ombligo se complica dando lugar a una infección u onfalitis.

¿Cuáles son los síntomas o señales de alarma de una infección del ombligo?

1. Sangrado. Unas pequeñas gotitas de sangre son normales y no deberían preocuparnos. Pero si el sangrado es abundante, podría ser señal de infección.

2. Mal olor. Especialmente si viene acompañado de enrojecimiento, secreción amarillenta y fiebre.

3. Aparición de un bultito blanquecino o rosado y húmedo. Podrían ser síntoma de una hernia umbilical o de un glanuloma.

4. Si pasadas 3 semanas no se ha desprendido el cordón.

En todos estos casos, debes consultar con tu pediatra.